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Mala Digestión y su Efecto en Nuestra Salud

No sólo es importante la calidad de los alimentos que comemos, sino como los digerimos y absorbemos.

Para que los alimentos sean digeridos completamente, no dejen ningún residuo tóxico y no interfieran con los procesos metabólicos, cada enzima y jugo digestivo deben ser segregados en la cantidad adecuada y en el momento preciso y la pared intestinal debe encontrarse en un buen estado de salud.

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Si esto no es así, se produce una mala digestión o una mala absorción de los alimentos, lo que puede estar relacionado con una infinidad de problemas de salud, ya que no sólo somos lo que comemos sino que somos lo que absorbemos de nuestra dieta.

Motivo de alergias

Las proteinas parcialmente digeridas son un factor fundamental en los problemas de alergias. Cuando la digestión de las proteínas no es completa, estas pueden ser absorbidas en la sangre parcialmente digeridas e inducir una respuesta alérgica a los alimentos.

Al exponer el sistema inmunitario a las proteínas parcialmente digeridas, este reacciona contra ellas produciendo una respuesta alérgica que ocurre tanto en la pared intestinal, dando lugar a irritación e inflamación, como de manera sistémica, produciendo problemas en la piel, dolores de cabeza, infecciones frecuentes, fiebre del heno, asma o incluso problemas mentales.

La digestión de las proteínas comienza en el estómago. Los jugos gástricos secretados en el estómago contienen ácido hidorclorídrico, encargado de acidificar los alimentos y parar la acción de la enzima salival. También contienen una enzima proteolítica denominada pepsina encargada de la digestión de las proteínas.

La pepsina necesita de un entorno ácido para comenzar la ruptura de la proteína y por eso es tan importante que haya una suficiente secreción de ácido hidroclorídrico en el estómago.

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En el intestino

Una vez que el alimento entra en el duodeno comienza la fase intestinal de la digestión, en la que se completa la digestión de los carbohidratos, proteínas y grasas, que se rompen hasta convertirse en unidades absorbibles. En la boca comienza la digestión de los carbohidratos gracias a la saliva que contiene la amilasa salivaria.

El páncreas secreta enzimas proteasas, amilasas y lipasas para la digestión de proteinas, carbohidratos y grasas, respectivamente, en el duodeno.

La correcta digestión de las grasas depende de unos niveles adecuados de la enzima pancreática lipasa y de la efectividad de la bilis. La bilis se encarga de emulsionar las grasas y facilitar su asimilación por el organismo.

Aquellas personas que sufren de insuficiencia biliar presentan síntomas de deficiencia de ácidos grasos esenciales y vitaminas liposolubles como vitamina A, D y E.

Para que la función de la bilis sea eficaz hace falta tener cantidades suficientes de los siguientes nutrientes: el aminoácido taurina, vitamina C, magnesio y cobre.
Absorción de nutrientes

La absorción de nutrientes una vez digeridos depende de la salud de las mucosas que recubren el intestino, del estado de la flora intestinal y de la eficacia en la eliminación del material de desecho.

Para mejorar el estado de la flora intestinal se recomienda un preparado de bacterias beneficiosas -como Lactobacillus acidophilus o bulgaricus y bifidobacterias-.

Es tambien muy importante tratar las posibles disfunciones de la pared intestinal como pueden ser las provocadas por una infección con candida, una excesiva permeabilidad intestinal o un exceso de materia adherida al muro intestinal.

La Candida albicans es un hongo que habita en el intestino pero que bajo determinadas condiciones prolifera y adopta una forma fungal que puede dañar la pared intestinal produciendo inflamación y un exceso de permeabilidad.

El muro intestinal debe mantenerse sano para ser capaz de absorber los nutrientes eficientemente y de evitar que asimilemos sustancias tóxicas.

Un muro demasiado permeable permite la entrada de parásitos, bacterias y químicos que acceden a la sangre afectando a los diferentes sistemas del organismo.

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Terapias especializadas

Si tus digestiones no mejoran con los consejos que aquí se ofrecen puede ser recomendable una terapia de reposición enzimática o de reposición de ácidos, esta última está especialmente recomendada cuando existen síntomas de mala digestión de las proteínas (ver recuadro).

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El tratamiento con enzimas no debe mantenerse durante largos períodos de tiempo. Debería suministrarse al sistema digestivo nutrientes como el aminoácido taurina, vitamina C y los minerales zinc, manganeso, cobre y magnesio, para que, a la larga, sea capaz por sí mismo de segregar una cantidad adecuada de enzimas.

La infección con candida se trata con una dieta restrictiva que excluye aquellos alimentos que fortalecen al hongo Candida albicans, como son los dulces, los alimentos fermentados, los panes y la bolleria.

La dieta se acompaña de una suplementación enfocada a fortalecer el sistema inmunitario y la flora intestinal.

En cuanto al intestino permeable hace falta mejorar la función intestinal con probioticos y reparar la mucosa intestinal con vitamina A, Gingko biloba o aminoácidos como la L-glutamina.

La dieta también puede ayudar a reducir la inflamación intestinal si evitamos alimentos inflamatorios como los el trigo, los lácteos, el exceso de proteína animal, el azúcar, el café o el té y aumentamos nuestra ingesta de pescado azul, semillas crudas y frutos secos.

Consejos prácticos para mejorar la digestión

1. Dejate guiar por el sentido del gusto y por tu apetito. Si comes sin hambre o la comida no te sabe bien los jugos digestivos no fluyen apropiadamente y el alimento será insuficientemente digerido.

2. Huye del estrés y las discusiones a la hora de la comida. El sistema digestivo está regulado por el sistema nervioso autónomo, que a su vez está poderosamente influido por la mente y las emociones.

3. Come sin prisa y mastica bien la comida. Una comida bien masticada es mas facil de ser atacada por las enzimas digestivas

4. Evita la combinación de alimentos ácidos con carbohidratos. Los alimentos ácidos dificultan la acción de las enzimas salivales.

5. Incluye algo de proteína en cada comida. Las comidas bajas en proteína no estimulan la secreción de la gastrina, que a su vez estimula la secreción de ácido clorídrico.

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Autor: Elena Perea
Actualizado: 19 de Octubre, 2018

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