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Resistencia a los antibióticos

La resistencia a los antibióticos es una de las amenazas de salud pública más apremiantes en el mundo.

Los antibióticos son la herramienta más poderosa que tenemos para combatir las enfermedades mortales de origen bacteriano, pero su uso puede tener efectos secundarios.

El uso en exceso de los antibióticos aumenta la aparición de bacterias resistentes a esos medicamentos.

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Los antibióticos no pueden combatir las infecciones virales, como los resfriados, la mayoría de los dolores de garganta y bronquitis, y algunas infecciones de oído.

Los antibióticos innecesarios pueden causar futuras infecciones resistentes a esos medicamentos.

Los resfriados y muchas otras infecciones de las vías respiratorias superiores, al igual que algunas infecciones de oído, son causadas por virus, no por bacterias.

Si se usan los antibióticos con mucha frecuencia para tratar afecciones que no pueden curar (como resfriados u otras infecciones virales), pueden dejar de ser eficaces contra las bacterias, que es cuando usted o su hijo realmente los necesita.

Desde hace años, la resistencia a los antibióticos (cuando ya no pueden curar las infecciones bacterianas) ha sido motivo de preocupación y se considera una de las amenazas de salud pública más críticas a nivel mundial.

Los esfuerzos de los CDC han logrado en los últimos años que menos niños reciban antibióticos innecesarios, pero su uso inadecuado sigue siendo un problema.

El uso generalizado inapropiado y en exceso de los antibióticos sigue favoreciendo el aumento de bacterias resistentes a esos medicamentos.

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Esto significa que la próxima vez que usted o su hijo realmente necesite un antibiótico para tratar una infección bacteriana, es posible que no sirva.

La resistencia a los antibióticos también es una carga económica para todo el sistema de atención médica. El tratamiento de las infecciones resistentes a los antibióticos cuesta más y puede prolongar la necesidad de atención médica.

Si usted o su hijo tiene una infección viral como un resfriado o dolor de garganta

Tomar antibióticos cuando usted o su hijo tiene un virus puede causar más daños que beneficios. De hecho, los antibióticos son la causa más común de la llegada de niños a los departamentos de emergencias debido a los efectos adversos.

Las mejores opciones de tratamiento para usted o su hijo pueden ser descansar, tomar líquidos y tratarse con medicamentos que se venden sin receta médica.

Sepa cuándo es adecuado tomar antibióticos: para combatir las infecciones bacterianas.

Si se toman para tratar infecciones virales, como el resfriado, la mayoría de los dolores de garganta, la bronquitis aguda y muchos tipos de sinusitis e infecciones de oído:

  • No curarán la infección,
  • no evitarán que usted contagie a otras personas,
  • no ayudarán a que usted o su hijo se sienta mejor y
  • pueden ocasionar efectos secundarios dañinos e innecesarios.

Lo que no se debe hacer

  • No exija que le receten antibióticos cuando el médico dice que no son necesarios.
  • No tome antibióticos para las infecciones virales como los resfriados o la mayoría de los dolores de garganta.
  • No tome un antibiótico que le hayan recetado a otra persona. Ese antibiótico puede no ser el adecuado para tratar su enfermedad o la de su hijo. Tomar el medicamento equivocado puede demorar el inicio del tratamiento correcto y facilitar la multiplicación de las bacterias.

Si su médico le prescribe un antibiótico para una infección bacteriana:

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  • No se salte dosis.
  • No guarde ningún antibiótico para la próxima vez que usted o su hijo se enferme.

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Lo que debe hacer

El hecho de que su médico no le recete antibióticos, no significa que usted no esté enfermo.  Hable con su médico sobre el mejor tratamiento para su enfermedad o la de su hijo. Para que usted o su hijo se sienta mejor cuando tenga una infección en las vías respiratorias superiores:

 

  • Pregúntele a su doctor o al farmacéutico cuáles son las opciones de medicamentos que se venden sin receta que pueden ayudarlo a aliviar los síntomas.
  • Aumente el consumo de líquidos.
  • Descanse mucho.
  • Use un humidificador de vapor frío o una solución salina nasal en aerosol para aliviar la congestión nasal.
  • Alivie el dolor de garganta con trocitos de hielo, aerosol para garganta irritada o pastillas para la garganta (no les dé estas pastillas a los niños pequeños).

Fuente
Los antibióticos no son siempre la solución
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades   

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