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Anemia en los niños

Qué es la anemia?

Es la disminución de la hemoglobina, sustancia presente en los glóbulos rojos de la sangre los cuales se encargan de transportar el oxígeno a todos los tejidos del cuerpo.
  Esta disminución de la hemoglobina ocurre porque algo impide su formación, algo aumenta su destrucción o algo altera el número de globulos rojos circulando en la sangre.
​ Si bien el valor no goza de total consenso se considera como anemia, en niños menores de cinco años, un valor de hemoglobina sérica menor a 11 gm% (ó gm/dl). También es equivalente un valor de hematocrito menor de 33%.

Cuáles son los síntomas de la anemia?

Dependiendo de la severidad de la anemia el niño puede tener sensación de frío, cansancio, presentar palidez o presentar la actitud de ingerir tierra o sustancias similares (pica). Cuando la anemia es más severa aparece pérdida total de apetito (anorexia), aumento de la frecuencia de los latidos cardíacos (taquicardia) e irritabilidad.
 

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La palidez no se detecta en el color de la piel o el rostro sino en el color de la mucosa conjuntival (parte interna de los párpados) y del lecho ungueal ("raiz" de las uñas).
 

Existen otros síntomas que aparecen debido a la deficiencia de fierro en el cuerpo cuando ésta es la causa de la anemia: somnolencia (sueño excesivo), hiporexia (disminución del apetito), apatía, decaimiento, disminución del rendimiento escolar.

Causas de anemia

  • En orden decreciente de frecuencia las principales causas de anemia son:
     

    • Deficiencia de hierro: Es la principal causa de anemia infantil. Ocurre cuando la dieta es pobre en alimentos ricos en fierro (carnes rojas y visceras). Existen vegetales ricos en fierro (como las espinacas, las acelgas) pero éste no es asimiliado en cantidad por el organismo humano debido a que ellos contienen fitatos, sustancias que bloquean la absorción.
       
    • Parasitosis intestinal: Existen helmintos ("gusanos") que provocan pérdida sanguínea a nivel intestinal o se alimentan de sangre llevando a la anemia. Se trata de las uncinarias y el estrongiloides.
       
    • Empleo de leche entera de vaca: Los niños menores de seis meses no deben tomar leche entera de vaca u otros animales pues la digestión de ésta no es adecuada y se puede producir una enteropatía perdedora de glóbulos rojos enfermedad en la cual se produce salida periódica de éstos hacia la luz intestinal y con el tiempo anemia. Muchas veces no se puede ver esto a simple vista pero sí detectarse mediante pruebas como el THEVENON EN HECES. Los niños pequeños sólo deben tomar leche materna o en su defecto, formulas maternizadas.
       
    • Infección Crónica: Existen algunas infecciones que producen anemia por diferentes mecanismos. Nos referimos, entre otras, a la Infección Urinaria, Tuberculosis Infantil, Fiebre Malta (Brucelosis) y Fiebre Tifoidea.
       
    • Deficiencia de Vitamina B12 y/o Acido Fólico: Ocurre cuando la dieta es pobre en alimentos que contienen vitamina B12 (vísceras, queso, pescado, leche, huevos), o ácido fólico (vegetales verdes frescos como lechuga, espinaca, brócolis y frutas frescas). Asimismo, cuando existe la presencia en el organismo del parásito difilobotrio.
       
    • Intoxicación Crónica por Plomo: La exposición diaria a la contaminación ambiental que producen las fábricas de pinturas, tintes de cabello, baterías y talleres de metalmecánica que se encuentran en la vecindad o el vivir dentro de ellas puede llevar a la intoxicación progresiva del organismo por partículas de plomo las cuales pueden ingresar por vía respiratoria o digestiva (niños que comen cosas del piso o restos de pintura de la pared). Esta enfermedad genera la aparición de una forma de anemia recurrente (de difícil tratamiento) y la presencia de otros síntomas tales como falta de apetito, , pérdida de peso, constipación, apatía, pérdida del rendimiento escolar, debilidad, dolores de cabeza, brazos y piernas.
       
    • Medicamentos: Existen algunos pocos antibióticos que producen anemia: cloramfenicol, trimetoprim, sulfas (cuando es usada por largo tiempo). No es cierto que todos los antibióticos produzcan anemia.
       
    • Causas menos frecuentes: Neoplasias, deficiencias o defectos congénitos.

Tratamiento de la anemia

En primer lugar, se debe establecer la causa. De acuerdo a los hallazgos de la historia clínica del niño el médico determinará qué exámenes de laboratorio se deben realizar: hemoglobina, hematocrito, lámina periférica, volumen corpuscular medio (VCM), hemograma, exámen de heces, examen de orina, aglutinaciones.
 

Existen pruebas mas costosas y sofisticadas que permiten detectar la deficiencia de fierro en el organismo antes de que disminuya la hemoglobina o el hematocrito: Ferritina sérica (menos de 12 mg/ml), Protoporfirina eritrocítica libre (mas de 70 ug/dl) y Saturación de transferrina (menos de 15%).
 

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El segundo paso es asegurar una nutrición adecuada: consumo de carnes rojas y vísceras (ambos ricos en fierro y vitamina B12) así como vegetales verdes crudos (ricos en ácido fólico).
 

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El tercer paso es la suplementación. Se debe administrar preparados que contengan fierro y, en algunos casos, otros oligoelementos como Vitamina B12, ácido fólico o vitamina C que mejora la absorción de aquel. No se debe usar multivitamínicos pues la presencia de muchos nutrientes o minerales juntos imposibilita una buena absorción de muchos de ellos. Existen muchas presentaciones que contienen fierro asociado a sales como sulfato, gluconato, polimaltosato.
 

La dosis de fierro elemental es de 3 a 5 miligramos por kilo de peso por día. Se debe dar la dosis fraccionada en dos o tres tomas diarias, alejadas de la ingesta de leche o comidas. Las deposiciones pueden volverse oscuras.
 

El tiempo de suplementación dependerá de los resultados que se obtengan en los exámenes de control. Si la respuesta al tratamiento es favorable, a los siete días de iniciado se debe apreciar un incremento en el índice de reticulocitos (retics). Otra opción es repetir el exámen de hematocrito o hemoglobina al mes momento en el cual se debe apreciar un incremento.
 

Se debe administrar la suplementación hasta tres meses después de que se ha normalizado el valor de hemoglobina.
 

Existen algunos efectos secundarios por la administración diaria de compuestos con fierro. Por un lado el sabor metálico y por el otro lado la aparición de gastritis (inflamación de la mucosa del estómago). Esta última situación es mas frecuente con el uso de tabletas que con el de solución. Dentro de los compuestos el que mas frecuentemente causa gastritis es el SULFATO FERROSO y en menor frecuencia el GLUCONATO. El que presenta menor incidencia es el POLIMALTOSATO.
 

La administración parenteral de fierro (por inyección intramuscular o endovenosa) en la forma de fierro-dextrano no ofrece ninguna ventaja, es costosa y puede causar flebitis (inflamación de venas). Su indicación es en aquellos casos en los que existe negativa o incumplimiento del tratamiento por parte del niño. Se emplea semanal o quincenalmente por espacio de tres meses.
 

La transfusión sanguínea solo se emplea en determinados casos por los riesgos que ésta implica: anemia severa, anemia más neumonía o asma con insuficiencia respiratoria moderada o severa. Se emplea sangre completa o paquete de glóbulos rojos.

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Prevención de la anemia

La primera medida para prevenir la presencia de anemia en los niños es el asegurarse que la madre gestante no la tenga. Los niños cuyas madres durante la gestación de ellos han presentado anemia tienen el triple de riesgo de presentarla en el primer año de vida.
 

El segundo paso es asegurar una lactancia materna exclusiva. Por varias razones el riesgo de anemia es menor en un niño que no ha recibido leche materna. Es bueno mencionar que la absorción del fierro contenido en la leche materna es superior a la del contenido en las fórmulas maternizadas o en los suplementos (mejor biodisponibilidad).
 

El tercer paso es que a partir del inicio de la ingestión de alimentos espesos ó solidos (seis meses de edad) se debe asegurar una alimentación adecuada (carnes rojas licuadas o desmenuzadas, vísceras sancochadas aplastadas).
 

Con fines de prevención es importante empezar en el niño la administración de soluciones que contengan un compuesto ferroso en determinadas situaciones:

  • NIÑO PREMATURO (con o sin lactancia materna): A PARTIR DE LA 2° SEMANA DE VIDA.
  • NIÑO A TÉRMINO (nacido a los 9 mesese) SIN LACTANCIA MATERNA: A PARTIR DEL 3° MES DE VIDA.
  • NIÑO A TÉRMINO CON LACTANCIA MATERNA PERO POBRE ALIMENTACIÓN: A PARTIR DEL 6° MES DE VIDA.
     

Otras medidas importantes son el descarte periódico de parasitosis intestinal y el tratamiento oportuno de las infecciones.

Complicaciones de la anemia

Son: fatiga física y mental, disminución del rendimiento escolar o del trabajo intelectual, insuficiencia cardíaca y mayor riesgo de mortalidad en caso de infecciones respiratorias importantes.

Si desea leer más artículos sobre el tema del Cuidado de los niños le recomendamos visitar las siguientes direcciones:

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Autor: Dr. José A. Ponce Cevallos
Actualizado: 8 de Octubre, 2018

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