Problemas en la vejiga e infecciones urinarias provocados por la diabetes
Los problemas urológicos que afectan a hombres y mujeres con diabetes incluyen problemas en la vejiga e infecciones de las vías urinarias.
Problemas de la vejiga
Muchos trastornos pueden dañar los nervios que controlan la función vesical, entre ellos se cuentan la diabetes y otras enfermedades, lesiones e infecciones. Más de la mitad de las mujeres y hombres con diabetes tienen disfunción vesical debido al daño de los nervios que controlan la función de la vejiga.
La disfunción vesical puede tener un efecto impactante en la calidad de vida de una persona. Los problemas de la vejiga comunes en hombres y mujeres con diabetes incluyen los siguientes:
- Vejiga hiperactiva. Los nervios dañados podrían enviar señales a la vejiga en el momento inadecuado, haciendo que los músculos se contraigan sin aviso. Los síntomas de la vejiga hiperactiva incluyen
- frecuencia urinaria—orinar más de ocho veces al día o dos o más veces en la noche
- urgencia urinaria—ganas repentinas y fuertes de orinar inmediatamente
- incontinencia urinaria—el goteo de orina que sucede después de que se presentan ganas repentinas y fuertes de orinar
- El control inadecuado de los músculos del esfínter. Los músculos del esfínter rodean la uretra—el tubo que transporta orina desde la vejiga hacia el exterior del cuerpo—y la mantiene cerrada para retener la orina en la vejiga. Si los nervios de los músculos del esfínter se dañan, los músculos pueden aflojarse y permitir el goteo o permanecer cerrados cuando la persona trata de expulsar la orina.
- Retención de orina. En algunas personas, el daño de los nervios evita que los músculos de la vejiga reciban la señal de que es tiempo de orinar o hace que los músculos sean muy débiles y no puedan vaciar la vejiga por completo. Si la vejiga se llena demasiado, puede acumularse la orina y la presión creciente puede dañar los riñones. Si la orina permanece demasiado tiempo en el cuerpo se puede desarrollar una infección en los riñones o la vejiga. La retención urinaria también puede producir incontinencia por rebosamiento, que es el goteo de orina cuando la vejiga está llena y no se vacía por completo.
El diagnóstico de problemas en la vejiga puede incluir tanto el control de la función vesical como el aspecto de la parte interior de la vejiga. Los exámenes pueden incluir radiografías, pruebas urodinámicas para evaluar la función de la vejiga, y la cistoscopia, un examen que usa un aparato llamado cistoscopio para observar el interior de la vejiga.
El tratamiento de los problemas de la vejiga debido a daño nervioso depende del problema específico. Si el problema principal es la retención de orina, el tratamiento puede incluir medicamentos para estimular un mejor vaciado de la vejiga y la práctica de un vaciamiento programado que consiste en orinar en un horario fijo, que ayuda a hacer más eficaz la micción.
Las personas a veces necesitan insertarse periódicamente un tubo delgado llamado catéter a través de la uretra para drenar orina de la vejiga.
También es útil aprender a saber cuándo está llena la vejiga y cómo masajear la parte inferior del abdomen para vaciar la vejiga por completo. Si el goteo urinario es el problema principal, los medicamentos, el fortalecimiento de los músculos con los ejercicios Kegel y la cirugía pueden ayudar en algunos casos.
Infecciones de las vías urinarias
Cuando las bacterias, usualmente del sistema digestivo, alcanzan las vías urinarias se pueden presentar infecciones. Si las bacterias crecen en la uretra, esta infección se conoce como uretritis.
Las bacterias pueden subir por las vías urinarias y causar una infección de la vejiga llamada cistitis. Una infección sin tratarse puede avanzar más adentro del cuerpo y causar pielonefritis, una infección de los riñones. Algunas personas tienen infecciones crónicas o recurrentes de las vías urinarias.
Los síntomas de las infecciones de las vías urinarias incluyen:
- Necesidad intensa de orinar
- Dolor o ardor en la vejiga o uretra durante la micción
- Orina turbia o rojiza
- En mujeres, presión sobre el hueso púbico
- En hombres, sensación de llenura en el recto
Si la infección está en los riñones, una persona puede tener náuseas, dolor en la espalda o el costado y fiebre. La micción frecuente puede ser una señal de glucosa alta en la sangre, por lo que se deben analizar los resultados recientes del control de la glucosa en la sangre.
Un proveedor de atención médica pedirá una muestra de orina para analizarla en busca de bacterias y pus. Se pueden realizar pruebas adicionales si el paciente tiene infecciones frecuentes de las vías urinarias. Una ecografía proporciona imágenes de las ondas acústicas del eco que rebota de los órganos internos. Una pielografía intravenosa usa un tinte especial para realzar las imágenes radiográficas de las vías urinarias. Se puede realizar también una cistoscopia.
Prevención de las infecciones urinarias
Para prevenir infecciones más graves, son importantes la detección y el tratamiento oportunos. Para erradicar una infección de las vías urinarias, es probable que el proveedor de atención médica recete un tratamiento antibiótico según el tipo de bacteria en la orina. Las infecciones renales son más serias y pueden requerir un tratamiento antibiótico por varias semanas. Tomar grandes cantidades de líquido ayuda a prevenir otra infección.
Prevención de las infecciones urinarias a repetición
Realizar cambios en algunos hábitos cotidianos puede servir para evitar las infecciones urinarias.
- Tome muchos líquidos para eliminar las bacterias de su cuerpo. Tomar agua es lo mejor. Trate de beber entre seis y ocho vasos al día.
- Tome jugo de arándanos agrios o consuma vitamina C. Ambos aumentan la acidez de la orina, haciendo que las bacterias no puedan crecer. . El jugo de arándanos agrios también hace que la pared de la vejiga urinaria se vuelva resbalosa. Así las bacterias no pueden adherirse a ella.
- Orine frecuentemente y en cuanto sienta la necesidad de hacerlo. Las bacterias pueden crecer cuando la orina permanece en la vejiga urinaria demasiado tiempo.
- Orine poco tiempo después de tener relaciones sexuales. Así se eliminan las bacterias que puedan haber entrado en la uretra durante el coito.
- Después de ir al baño, límpiese siempre de adelante hacia atrás. Esto es de particular importancia después de una evacuación intestinal.
- Use ropa interior de algodón y prendas holgadas. Éstas permiten la entrada de aire y ayudan a mantener el área seca. Evite los pantalones de mezclilla apretados y la ropa interior de nailon. Éstos atrapan la humedad y contribuyen al crecimiento de las bacterias.
- En las mujeres, los diafragmas y los espermicidas pueden provocar infecciones urinarias porque estimulan el crecimiento de las bacterias. Si padece infecciones urinarias, piense en la posibilidad de cambiar de método anticonceptivo. Los condones sin lubricante o los que contienen espermicida provocan irritación. También contribuyen a que las bacterias provoquen síntomas. Piense en la posibilidad de usar condones con lubricante y sin espermicida. O use un lubricante que no contenga espermicida.
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Autor: Dr. Carlos Muñoz Retana
​Actualizado: 3 de Septiembre, 2018