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Leucemia Mieloide Aguda Infantil

La leucemia y otras enfermedades de la sangre y la médula ósea pueden afectar los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas.

Por lo común, la médula ósea produce células madre sanguíneas (células inmaduras) que, con el tiempo, se convierten en glóbulos maduros. Una célula madre sanguínea se puede volver una célula madre mieloide o una célula madre linfoide. La célula madre linfoide se convierte en un glóbulo blanco. La célula madre mieloide se convierte en uno de tres tipos de glóbulos maduros:

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  • Glóbulos rojos, que llevan oxígeno y otros materiales a todos los tejidos del cuerpo.
  • Glóbulos blancos, que luchan contra las infecciones y las enfermedades.
  • Plaquetas, que ayudan a prevenir hemorragias al causar la formación de coágulos sanguíneos.

La leucemia mieloide aguda infantil (LMA) es un tipo de cáncer en el que la médula ósea produce un gran número de células anormales.

Los cánceres que son agudos, por lo general, empeoran rápidamente si no se tratan. Los cánceres que son crónicos, por lo común, empeoran lentamente. La leucemia mieloide aguda (LMA) también se conoce como leucemia mielógena aguda, leucemia mieloblástica aguda, leucemia granulocítica aguda o leucemia no linfoblástica aguda.

En la LMA, las células madre mieloides generalmente se convierten en un tipo de glóbulos blancos inmaduros llamado mieloblastos (o blastos mieloides). Los mieloblastos o células leucémicas de la LMA son anormales y no se convierten en glóbulos blancos saludables. Las células leucémicas se acumulan en la sangre y en la médula ósea de modo que hay menos lugar para los glóbulos blancos, los glóbulos rojos y las plaquetas saludables. Cuando esto sucede, puede presentarse infecciones, anemia o hemorragias. Las células leucémicas pueden diseminarse fuera de la sangre hacia otras partes del cuerpo como el sistema nervioso central (cerebro y columna vertebral), piel y encías. A veces, las células leucémicas forman un tumor sólido llamado sarcoma granulocítico o cloroma.

Existen subtipos de LMA según el tipo de glóbulo afectado. El tratamiento de la LMA es diferente cuando se trata de un subtipo llamado leucemia promielocítica aguda (LPA) o cuando el niño padece de síndrome de Down.

Otras enfermedades mieloides pueden afectar a la sangre y la médula ósea.

Leucemia mielógena crónica

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En la leucemia mielógena crónica (LMC), demasiadas células madre de la médula ósea que se convierten en un tipo de glóbulo blanco llamado granulocitos. Algunas de esas células madre de la médula ósea nunca se convierten en glóbulos blancos maduros. Estos se denominan blastocitos. Con el transcurso del tiempo, los granulocitos y los blastocitos desplazan a los glóbulos rojos y las plaquetas en la médula ósea. La LMC es muy poco común en los niños.

Leucemia mielomonocítica juvenil

La leucemia mielomonocítica juvenil (LMMJ) es un tipo de cáncer infantil poco común que se presenta con mayor frecuencia en niños menores de 2 años. En la LMMJ, hay demasiadas células madre de la médula ósea que se convierten en dos tipos de glóbulos llamados mielocitos y monocitos. Algunas de esas células madre de la médula ósea nunca se vuelven glóbulos blancos maduros. Estas células inmaduras, llamadas blastos, son incapaces de realizar su tarea habitual. Con el transcurso del tiempo, los mielocitos, los monocitos y los blastocitos desplazan a los glóbulos rojos y las plaquetas en la médula ósea. Cuando esto ocurre, se pueden presentar infecciones, anemia o sangrado fácil.

Trastorno mieloproliferativo transitorio

El trastorno mieloproliferativo transitorio (TMD, por sus siglas en inglés) es un trastorno de la médula ósea de los recién nacidos que padecen de síndrome de Down. Por lo general, este trastorno desaparece por sí mismo dentro de las tres primeras semanas de vida. Los lactantes con síndrome de Down y TMD tienen mayores probabilidades de contraer LMA antes de los 3 años de edad.

Síndromes mielodisplásicos

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En los síndromes mielodisplásicos, la médula ósea produce demasiado pocos glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Estos glóbulos pueden no madurar e ingresar en la sangre. El tratamiento de los síndromes mielodisplásicos depende de cuánto menos de lo normal es el número de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Los síndromes mielodisplásicos pueden evolucionar y convertirse en LMA.

Los factores de riesgo de padecer LMA infantil, LMC infantil, LMMJ, TMS y síndrome mielodisplásico son similares.

Cualquier cosa que aumente el riesgo de padecer una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a contraer cáncer; no tener factores de riesgo no significa que no se va a contraer cáncer. Las personas que piensan que pueden estar en riesgo deben consultar esto con su médico. Entre los posibles factores de riesgo de contraer LMA infantil, LMC infantil, LMMJ, TMD y síndrome mielodisplásico se incluyen los siguientes:

  • Tener un hermano o hermana, especialmente un gemelo, con leucemia.
  • Ser hispano.
  • Estar expuesto al humo de tabaco o alcohol antes del nacimiento.
  • Tener antecedentes de síndrome mielodisplásico (también llamado preleucemia) o anemia aplásica.
  • Haber recibido tratamiento con quimioterapia o radioterapia.
  • Haber estado expuesto a radiación ionizante o a productos químicos como el benceno.
  • Tener ciertos trastornos genéticos como el síndrome de Down, anemia de Fanconi, neurofibromatosis tipo 1 o síndrome de Noonán.

Entre los posibles signos de LMA infantil, LMC infantil, LMMJ o síndrome mielodisplásico, se incluyen la fiebre, la sensación de cansancio y sangrar o amoratarse con facilidad.

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Estos y otros síntomas podrían ser ocasionados por la LMA infantil, LMC infantil, LMMJ o síndromes mielodisplásicos. Existe la posibilidad de que otras enfermedades ocasionen los mismos síntomas. Se debe consultar con un médico si se presenta cualquiera de los siguientes problemas:

  • Fiebre, con infección o sin ella.
  • Sudores nocturnos.
  • Respiración corta.
  • Debilidad o sensación de cansancio.
  • Sangrar o amoratarse con facilidad.
  • Petequia (puntitos planos bajo la piel a consecuencia de sangrado).
  • Dolor en huesos o articulaciones.
  • Dolor o sensación de estar lleno bajo las costillas.
  • Protuberancias indoloras en cuello, axilas, estómago, ingle u otras partes del cuerpo.
  • Cuando se presentan en la LMA infantil, estas protuberancias, llamadas cutis leucémico, podrían ser azuladas o moradas.
  • Protuberancias indoloras que suelen aparecer alrededor de los ojos. Estas protuberancias llamadas cloromas, suelen aparecer en la LMA infantil y podrían ser de color azul verdoso.
  • Un eccema similar a una erupción en la piel.

Los síntomas de TMD pueden incluir lo siguiente:

  • Hinchazón en todo el cuerpo.
  • Falta de aliento.
  • Dificultad para respirar.
  • Debilidad o sensación de cansancio.
  • Dolor debajo de las costillas.

Las pruebas que examinan la sangre y la médula ósea se utilizan para detectar (encontrar) y diagnosticar la LMA infantil, la LMC infantil, la LMMJ, el TMD y los síndromes mielodisplásicos.

Se pueden utilizar las siguientes pruebas y procedimientos:

  • Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para verificar si existen signos generales de salud, incluido el control de signos de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca anormal. Se toma también los antecedentes médicos de las enfermedades y los tratamientos previos del paciente.
  • * Recuento sanguíneo completo (RSC): procedimiento por el cual se toma una muestra de sangre y se analiza lo siguiente:
     

      • La cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
      • La cantidad de hemoglobina (la proteína que transporta oxígeno) en los glóbulos rojos.
      • La parte de la muestra compuesta por glóbulos rojos.
         

  • Estudios de la química de la sangre: procedimiento en el cual se examina una muestra de sangre para medir las cantidades de ciertas sustancias liberadas a la sangre por órganos y tejidos del cuerpo. Una cantidad (mayor o menor que lo normal) de una sustancia puede ser signo de enfermedad en el órgano o el tejido que la fabrica.
  • Radiografía del tórax: radiografía de los órganos y huesos del interior del tórax. Una radiografía es un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película que muestra una imagen del interior del cuerpo.
  • Frotis de sangre periférica: procedimiento en el cual se analiza una muestra de sangre para determinar la presencia de blastocitos, cantidad y tipo de glóbulos blancos, cantidad de plaquetas y cambios en la forma de los glóbulos.
  • Biopsia: extracción de células o tejidos para que un patólogo los pueda observar bajo un microscopio y determine la presencia de signos de cáncer. Entre los tipos de biopsia que se llevan a cabo en la LMA infantil tenemos los siguientes:
     

      • Aspiración y biopsia de médula ósea: extracción de una muestra de médula ósea, sangre y un trozo pequeño de hueso mediante la inserción de una aguja hueca en el hueso de la cadera o el esternón.
      • Biopsia tumoral: se puede realizar una biopsia del cloroma.
      • Biopsia de los ganglios linfáticos: extracción total o parcial de un ganglio linfático.

     
  • Análisis citogenético: prueba de laboratorio en la que se observa bajo un microscopio una muestra de sangre o médula ósea para buscar ciertos cambios en los cromosomas.
  • Inmunofenotipificación: proceso utilizado para identificar células según el tipo de antígeno o de marcadores en la superficie celular, que podría implicar una tinción especial de las células sanguíneas y de médula ósea. Este proceso es utilizado para diagnosticar el subtipo de LMA mediante la comparación de células cancerosas con células normales del sistema inmunitario.
  • Punción lumbar: procedimiento utilizado para recoger líquido cefalorraquídeo de la columna vertebral. Se realiza mediante la colocación de una aguja en la columna vertebral. Este procedimiento se denomina también PL o punción espinal.

Ciertos factores afectan el pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.

El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento para la LMA infantil dependen de los siguientes aspectos:

  • Número de glóbulos blancos en la sangre en el momento del diagnóstico.
  • Si la LMA fue ocasionada por un tratamiento previo contra el cáncer.
  • El subtipo de LMA.
  • Si hay ciertos cambios en los cromosomas de las células con leucemia.
  • Si el niño padece de síndrome de Down. La mayoría de los niños con LMA y síndrome de Down pueden ser curados de leucemia.
  • Cuán bien responde la leucemia al tratamiento inicial.
  • Si la LMA recién se diagnosticó o ha recidivado (volvió) después de haber sido tratada.
  • El período de tiempo transcurrido entre la terminación del tratamiento y la reaparición de la LMA.

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El pronóstico y las opciones del tratamiento de la LMC dependen del tiempo que pasó desde que se diagnosticó al paciente y de la cantidad de blastocitos que hay en la sangre.

El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento para la LMMJ dependen de los siguientes aspectos:

  • La edad del niño en el momento del diagnóstico.
  • La cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas en la sangre.
  • Si la LMMJ está sin tratar o ha reaparecido después del tratamiento.

El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento para los síndromes mielodisplásicos dependen de los siguientes aspectos:

  • Si el síndrome mielodisplásico fue ocasionado por un tratamiento previo contra el cáncer.
  • Cuán bajos son los números de glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas.
  • Si el síndrome mielodisplásico no ha sido tratado o ha recidivado (vuelto) después de haber sido tratado.

Fuente
Instituto Nacional del Cáncer
http://www.cancer.gov/

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