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Discapacidades relacionadas con traumatismo cerebral

Otros términos: trauma cerebral o lesión cerebral adquirida

Las discapacidades que pueden resultar de un traumatismo cerebral dependen de la gravedad de la lesión, qué parte del cuerpo fue lesionada y de la edad y salud general del paciente. 

Algunas discapacidades incluyen:

  • Problemas con la cognición, (pensamiento, memoria y razonamiento)
  • Procesamiento sensorial (visión, audición, tacto, gusto y olfato)
  • Comunicación (expresión y comprensión)
  • Conducta o salud mental (depresión, ansiedad, cambios de personalidad, agresión, conducta impulsiva o “acting out”
  • Conducta social inapropiada.
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Dentro algunos días y semanas de ocurrida la lesión a la cabeza, aproximadamente el 40 por ciento de los pacientes con traumatismo cerebral desarrollan un sinnúmero de síntomas preocupantes llamados colectivamente síndrome de post-concusión.

Un paciente no necesita haber padecido de una concusión o perdido el conocimiento para desarrollar el síndrome y muchos pacientes con traumatismo cerebral moderado padecen de síndrome de post-concusión. 

Los síntomas incluyen:

  • Dolor de cabeza
  • Mareo
  • Vértigo (sensación de dar vueltas y vueltas o de objetos que dan vueltas rápidamente alrededor del paciente)
  • Problemas de memoria
  • Dificultad para concentrarse
  • Problemas de sueño
    Desasosiego
  • Irritabilidad
  • Apatía
  • Depresión
  • Ansiedad. 

Estos síntomas pueden durar por algunas semanas después de la lesión a la cabeza.  El síndrome es más común en pacientes que han tenido síntomas siquiátricos, tales como depresión o ansiedad antes del accidente. 

El tratamiento para el síndrome de post-concusión incluye medicamentos para el dolor y establecer condiciones siquiátricas, así como psicoterapia y terapia ocupacional para el manejo de los síntomas de la enfermedad.

Discapacidades cognoscitivas

La cognición es un término que se usa para describir el proceso de pensar, razonar, solucionar problemas, procesar información y memoria  La mayoría de los pacientes con traumatismo cerebral grave, si es que alguna vez recuperan el conocimiento, padecen de discapacidades cognoscitivas, incluyendo la pérdida de muchas habilidades mentales superiores. La discapacidad cogniscitiva más común entre pacientes con una lesión grave de la cabeza es la pérdida de memoria, caracterizada por la pérdida de memorias específicas y la incapacidad parcial para formar o guardar memorias nuevas. Algunos de estos pacientes pueden padecer de amnesia post-traumática, o anterógrada o retrógrada. La amnesia post-traumática anterógrada es un impedimento en el cual el paciente tiene dificultad para recordar eventos que ocurrieron después del traumatismo cerebral, mientras que en la amnesia post-traumática retrógrada el paciente tiene dificultad para recordar eventos que ocurrieron antes del traumatismo cerebral.

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Muchos pacientes con lesiones de la cabeza leves a moderadas que padecen de deficiencias cognoscitivas se confunden o distraen con facilidad y tienen problemas con la concentración y la atención.  También tienen problemas a un nivel más alto, con las llamadas funciones ejecutivas, tales como el planear, organizar,  pensar de manera abstracta, solucionar problemas y juzgar situaciones, lo que hace que sea más difícil que retomen las actividades laborales que desempañaron antes de la lesión.  La recuperación de las deficiencias cognoscitivas es mayor dentro de los primeros seis meses después de la lesión, haciéndose el proceso más gradual después de ese período de tiempo.

Pérdida de memoria

El impedimento cogniscitivo más grave padecido por pacientes con una lesión cerebral grave es la pérdida de memoria, caracterizada por la pérdida de algunas memorias específicas y la incapacidad parcial para formar o guardar nuevas memorias.

Los pacientes con traumatismo cerebral moderado a severo tienen mayores problemas con deficiencias cognoscitivas que los pacientes con traumatismo cerebral leve, pero un historial médico de varios traumatismos cerebrales leves puede tener un efecto acumulativo, causando deficiencias cognoscitivas iguales que las que se ven en lesiones moderadas o severas.

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Trastornos de la visión, olfato, gusto y tacto

Muchos pacientes con traumatismo cerebral tienen problemas sensoriales, sobre todo problemas con la visión.  Los pacientes quizás no puedan registrar lo que están viendo o puedan tener lentitud para reconocer los objetos.  Además, los pacientes con traumatismo cerebral a menudo tienen problemas con la coordinación mano-ojo.  Debido a esto, los pacientes con traumatismo cerebral tienen la tendencia a topar con los objetos o dejarlos caer, o pueden dar la apariencia de ser inestables. 

Los pacientes con traumatismo cerebral pueden tener dificultad para conducir, operar maquinaria compleja, o jugar algunos deportes.  Otras deficiencias sensoriales pueden incluir problemas con la audición, el olfato, el gusto o el tacto.  Algunos pacientes desarrollan tinitis, un tintineo o zumbido en los oídos. 

Una persona con daño a la parte del cerebro que proceso el gusto o el olfato puede desarrollar un gusto amargo persistente en la boca, o percibir un olor desagradable persistente. Daño a la parte del cerebro que controla el tacto puede hacer que estos pacientes desarrollen cosquilleo, picazón o dolor en la piel. Aunque muy poco comunes, estas condiciones son difíciles de tratar.

Problemas con el lenguaje y la comunicación

Los problemas con el lenguaje y la comunicación son discapacidades comunes en los pacientes con traumatismo cerebral.  Algunos padecen de afasia, definida como una dificultad para comprender y expresar el lenguaje oral y escrito; otros pueden tener dificultad con aspectos más sutiles de la comunicación, tales como la expresión corporal y emocional y las señales no verbales.

En la afasia no fluente, también llamada afasia de Broca, o afasia motora, los pacientes con traumatismo cerebral a menudo tienen dificultad para recordar palabras y hablar en frases completas.  Hablan en frases interrumpidas y hacen pausas frecuentes. Muchos pacientes están concientes de estas deficiencias lo que puede hacerles sentir un alto grado de frustración.  Los pacientes con afasia fluente, también llamada afasia de Wernicke, o afasia sensorial, hablan en frases que tienen poco sentido, aún cuando usan frases completas y con una gramática correcta. 

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Al contrario, sus frases son muy fluidas pero sin sentido o “garabateadas” y suelen alargar las frases introduciendo palabras innecesarias e inventadas. Muchos pacientes con afasia fluente no están concientes de que hablan con poco sentido y sienten ira hacia otras personas cuando éstas no le comprenden. Los pacientes conafasia global tienen daño extenso a las partes del cerebro que controlan el lenguaje y a menudo padecen de discapacidades graves en la comunicación.

Los pacientes con traumatismo cerebral tienen problemas con el habla si la parte del cerebro que controla el habla está dañada.  En este trastorno, llamado disartria, el paciente puede pensar en el lenguaje apropiado pero no puede articular las palabras con facilidad porque es incapaz de usar los músculos necesarios para articularlas y producir el sonido.  

A menudo, estos pacientes hablan con lentitud, les cuesta articular y su lenguaje es poco comprensible. Muchos tienen problemas con la entonación o inflexión, llamada disfunción prosódica.   La inflexión es un aspecto importante del habla pues da a conocer el significado emotivo del lenguaje y es necesaria para poder comunicar ciertos aspectos del lenguaje, como la ironía. Estas deficiencias del lenguaje pueden conducir a una comunicación errada, confusión, y frustración para el paciente así como para quienes interactúan con él o ella.

Trastornos emocionales o de conducta

La mayoría de los pacientes con traumatismo cerebral tienen problemas emocionales o de conducta que pueden clasificarse ampliamente bajo la categoría de salud siquiátrica. Los familiares de pacientes con traumatismo cerebral a menudo hallan que los cambios más difíciles de enfrentar son las discapacidades relacionadas con la personalidad y la conducta. Los problemas siquiátricos que pueden surgir incluyen depresión, apatía, ansiedad, irritabilidad, ira, paranoia, confusión, frustración, agitación, insomnio u otros problemas del sueño, y fluctuaciones del estado de ánimo.

Los problemas conductuales pueden incluir agresión, violencia, impulsividad, desinhibición, “acting out,” no cumplimiento con la terapia, una conducta social no apropiada, rabietas  emocionales, conducta infantil, auto control impedido, auto conciencia impedida, incapacidad para tomar responsabilidad o aceptar críticas, egocentrismo, actividad sexual inapropiada, y adicción al alcohol o a las drogas. 

Los problemas de personalidad de algunos pacientes son tan severos que son diagnosticados con trastorno de personalidad fronteriza, una condición siquiátrica caracterizada por muchos de los problemas mencionados anteriormente. A veces, se produce en los pacientes con traumatismo cerebral un detenimiento en su desarrollo; es decir, no maduran emocional social o sicológicamente después del trauma.

Esto constituye un problema grave para los niños y adultos jóvenes que padecen de traumatismo cerebral. Las actitudes y conductas apropiadas en un niño o en un adolescente se hacen poco apropiadas en el caso de un adulto. Muchos pacientes con traumatismo cerebral que presentan problemas siquiátricos pueden ser ayudados mediante el uso de medicamentos y psicoterapia.

Existen otros problemas a largo plazo asociados con el traumatismo cerebral?

Además de las complicaciones inmediatas que surgen después de la lesión, después del traumatismo cerebral pueden surgir otros problemas a largo plazo. 

Estos incluyen:

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  • Enfermedad de Parkinson y otros problemas motores

  • Enfermedad de Alzheimer

  • Demencia pugilística

  • Demencia post-traumática.

 

La enfermedad de Alzheimer 

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por demencia, pérdida de memoria, y capacidades cognoscitivas deterioradas.   Las investigaciones recientes sugieren que existe una asociación entre una lesión en la cabeza en un adulto joven y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer en una etapa posterior de su vida; mientras más grave la lesión cerebral, mayor es el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. 

Según cierta evidencia, una lesión cerebral podría interactuar con otros factores para desencadenar la enfermedad y adelantar el inicio de la enfermedad en personas que ya corren el riesgo de contraerla.  Por ejemplo, las personas que tienen una forma particular de la proteína apolipoproteína E (apoE4) y que padecen de una lesión en la cabeza caen dentro de esta categoría de correr un mayor riesgo.  La apolipoproteína E (apoE4) es una proteína que ocurre naturalmente y que ayuda a transportar el colesterol a través del flujo sanguíneo.

La enfermedad de Parkinson y otros problemas motores

Los trastornos del movimiento como resultado del traumatismo cerebral, son poco comunes, pero sí ocurren.  La enfermedad de Parkinson puede desarrollarse años después de que ocurre un traumatismo cerebral, causada por daño el ganglio basal.  Los síntomas de la enfermedad de Parkinson incluyen temblor o estremecimiento, rigidez o inmovilidad, movimientos lentos,  torpeza al caminar, (bradiquinesia), incapacidad para realizar movimientos (aquinesia) y postura agachada. 

A pesar de muchos avances científicos en años recientes, la enfermedad de Parkinson sigue siendo un trastorno crónico y progresivo, lo que significa que es incurable y que se hace cada vez más grave a medida que la persona llega al final de su vida. Otros trastornos del movimiento que pueden presentarse después de un traumatismo cerebral incluyen temblores, ataxia, (movimientos descoordinados de los músculos), y el mioclono (contracciones de los músculos que se asemejan a las que padece una persona cuando recibe un choque eléctrico).

La demencia pugilística

También llamada encefalopatía traumática crónica, la demencia pugilística afecta principalmente a los boxeadores profesionales. Los síntomas más comunes de esta condición son la demencia y el parkinsonismo causados por golpes repetitivos a la cabeza durante un largo período de tiempo.  Los síntomas comienzan entre 6 y 40 años desde el comienzo de la carrera del boxeador, con un promedio de inicio de la enfermedad de unos 16 años.

La demencia post-traumática

Los síntomas de la demencia post-traumática son muy parecidos a los de la demencia pugilística, excepto que la demencia post-traumática también se caracteriza por problemas de memoria a largo plazo y es causada por un golpe único y severo que resulta en un estado de coma.

Qué tipos de rehabilitación debe recibir un paciente con traumatismo cerebral?

La rehabilitación es una parte importante del proceso de recuperación para un paciente con traumatismo cerebral.  Durante la etapa aguda, los pacientes con traumatismo cerebral moderado a grave pueden recibir cuidado y ser tratados en la unidad de cuidados intensivos de un hospital.  Una vez estabilizado, un paciente puede ser transferido a una unidad de cuidados de menos urgencia, o a un centro médico de un hospital de rehabilitación independiente.  A partir de esta etapa, los pacientes pueden seguir caminos divergentes en su recuperación pues existe una gran variedad de opciones para la rehabilitación.

En 1998, NIH realizó una Conferencia de Consenso y Desarrollo sobre la Rehabilitación de Personas con una Lesión Traumática Cerebral. El panel de Consenso y Desarrollo recomendó que los pacientes con traumatismo cerebral fueran sometidos a un programa de rehabilitación individualizado, basado en las fortalezas y capacidades del paciente, y que los servicios de rehabilitación se modificaran a través del tiempo para adaptarlos a las necesidades cambiantes del paciente.* El panel también recomendó que los pacientes con lesiones moderadas a graves recibieran tratamientos de rehabilitación que aprovecharan las destrezas combinadas de un grupo de especialistas.  Para esto se utilizarían programas de tratamiento hechos a la medida de cada paciente en las áreas de terapia física, terapia ocupacional, terapia del habla y del lenguaje, psiquiatría (medicina física), psicología/psiquiatría, y apoyo social.  El personal médico que entrega este tipo de cuidados incluye a especialistas en rehabilitación, tales como enfermeras de rehabilitación, sicólogos, patólogos del habla y del lenguaje, terapistas físicos y ocupacionales, siquiatras (especialistas en medicina física), trabajadores sociales y un coordinador del equipo, o administrador.

La meta generalizada de la rehabilitación después de que ocurre un traumatismo cerebral es mejorar la capacidad del paciente para poder funcionar en su casa y en la sociedad. Los terapistas ayudan al paciente a adaptarse a sus discapacidades o a cambiar el espacio donde vive el paciente—llamado modificación del medio ambiente—para hacer que las tareas del diario vivir le sean más fáciles.

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Algunos pacientes pueden necesitar medicamentos para tratar sus problemas siquiátricos o físicos causados por el traumatismo cerebral. Debe tomarse gran cuidado al recetar medicamentos debido a que los pacientes con traumatismo cerebral son más susceptibles a sus efectos secundarios y pueden reaccionar de manera adversa a algunos elementos farmacológicos. Es importante que la familia provea al paciente de apoyo social involucrándose en el programa de rehabilitación.  Los familiares del paciente también pueden beneficiarse de la psicoterapia.

Es importante para los pacientes con traumatismo cerebral y para sus familiares seleccionar el ambiente más apropiado para su rehabilitación.  Hay varias opciones, incluyendo la rehabilitación en el hogar del paciente; la rehabilitación donde el paciente vive en su casa pero es tratado en el hospital;  la rehabilitación en centros especializados dentro del hospital; y programas amplios que hacen rehabilitación diaria fuera del hospital. Existen programas de apoyo que ayudan a funcionar en la vida diaria  y centros que enseñan al paciente cómo vivir de manera independiente; programas apoyados por clubes: programas escolares para niños, y muchos otros. El paciente con traumatismo cerebral, su familia y los integrantes del equipo de rehabilitación deben trabajar en conjunto para buscar el mejor lugar para la recuperación del paciente.

Fuente
Traumatismo Cerebral. Esperanza en la Investigación
Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares

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